Especificidades a tener en cuenta en la instalación de un huerto escolar


Como se ha comentado antes, un huerto escolar debe ser un espacio adecuado para el desarrollo de actividades con alumnado. Para ello, en algunos casos deben sacrificarse criterios de productividad y adecuar la práctica agrícola a las particularidades de movilidad del alumnado, a su destreza o a la necesidad de motivación.

En general, recomendamos tener en cuenta las siguientes cuestiones:


 

  • No dar excesiva importancia a la productividad del huerto. Pensemos que el objetivo prioritario del huerto debe ser educativo (por ejemplo, en alguna ocasión puede ser conveniente recolectar y repartir las verduras, aunque aún no estén totalmente desarrolladas para motivar al alumnado).
  • Es imprescindible que el huerto esté bonito, que se vea cuidado. Así el alumnado lo valorará más, estará más motivado para su cuidado y lo sentirá como propio. Pero también es básico que sean los alumnos quienes trabajen y cuiden la huerta (si no, nunca lo van a sentir su espacio). Debe ser “el huerto de los alumnos”. Hay que llegar a un punto de equilibrio dialogado para que se cumplan los dos requisitos planteados.
  • Reducir los marcos de siembra plantando algo más junto de lo recomendado para un huerto normal. Pensemos que muchas plantas sufrirán debido al trabajo y tránsito de los más pequeños.
  • Tratar de cultivar la máxima diversidad de especies hortícolas, por cuestiones pedagógicas y como un método de prevención contra las plagas.
  • Es más que recomendable que en el huerto haya muchas aromáticas distintas, frutales, arbustos, arbolillos y árboles.
  • Hacer los surcos muy anchos y altos para evitar que se “vengan abajo” o desmoronen por el tránsito y la actividad de los niños.
  • Se debe dejar mucho espacio entre los surcos para permitir la movilidad dentro de las zonas de cultivos.
  • Es importante que en el huerto haya abundantes pasillos y zonas por las que se pueda mover el alumnado, en las que poder parar y realizar una explicación, etc. No sobresaturemos el huerto con los cultivos.
  • Si es posible, instalar alguna mesa fija en el recinto del huerto para que los alumnos la puedan usar para apoyarse y trabajar sobre ella.
  • Clavar estacas de madera en las esquinas de las zonas con surcos y bancales para evitar que la manguera se arrastre sobre las plantas dañándolas.
  • Delimitar estas zonas con cuerdas atadas a las estacas (pensar que las cuerdas deben estar a una altura que no provoque caídas al engancharse en los pies y que no se enrede en el cuello. Se pueden colocar de manera que se pueda pasar bajo las cuerdas agachándose).
  • Dejar bastantes zonas sin cultivar para que sirvan como áreas de trabajo, expansión y experimentación para los niños.
  • Aprovechar las piedras de los despedregados para que las coloquen alrededor de los alcorques o las pinten.
  • Atención a las plantas venenosas. Muchas especies comunes en parques y jardines e incluso en las casas son tremendamente venenosas. Antes de cultivar arbustos o plantas de flor debemos asegurarnos de que no son tóxicas (máxime si tienen frutos atractivos). Pensemos, sin ir más lejos, que las adelfas y tejos pueden ser mortales.

INSTALACIÓN DEL HUERTO

MANTENIMIENTO DEL HUERTO

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