A lo largo de todo el proyecto SHARE, la participación de las personas mayores tiene un papel relevante para ayudarnos a identificar sus necesidades, preferencias y deseos respecto a las nuevas viviendas y a los servicios y cuidados que deberían contemplarse. Las primeras sesiones realizadas en Fuenlabrada buscaban recopilar información sobre sus necesidades habitacionales y sociales, para que el diseño de las futuras viviendas promueva su bienestar y vinculación en la comunidad.
En primer lugar, se han entrevistado a varias personas mayores con diversidad de perfiles, así como a distintas representantes de los servicios municipales, para tener un primer acercamiento al contexto local. Fruto de este primer acercamiento, se diseñaron dos talleres participativos que se llevaron a cabo entre febrero y marzo de 2024 en el Centro de Mayores Ferrer i Guardia. Las conversaciones se centraron en las necesidades, expectativas y desafíos en torno a la vivienda y los cambios que se perciben a nivel de barrio por las personas; el objetivo era conocer sus relaciones y rutinas significativas con la comunidad para que el proyecto contemple y apoye la continuidad de la vida elegida. También se discutieron unas primeras propuestas para el diseño de las futuras viviendas en el colegio San Esteban. Estas entrevistas y talleres, desarrolladas por el equipo de Matia Instituto, permitieron a los participantes compartirnos sus opiniones e ideas sobre qué características deberían tener las futuras viviendas para ofrecer bienestar a las personas que se muden, así como otras sugerencias sobre cómo integrar el edificio en el resto del barrio.
La participación de las personas mayores fue muy activa, compartiéndonos toda la información de su día a día, oportunidades, agenda y actividades que ofrece Fuenlabrada. En estos primeros talleres, la asistencia fue de unas 10 personas, cifra que aumentará en futuros talleres que desarrollaremos para trabajar en profundidad el diseño de las viviendas y donde se organizarán grupos especializados en distintas temáticas.
Como resultados de las sesiones, podemos enumerar las siguientes aportaciones de las personas mayores participantes:
- Nuevos alojamientos: Preferencia por alojamientos accesibles y adaptados para poder responder de forma flexible a diferentes necesidades, con cocinas integradas en el salón, tipo barra americana, y con un baño amplio, así como grandes ventanales y terrazas. Por otra parte, se plantearon también diferentes programas, salas y servicios que deberían incluirse en el nuevo edificio, con espacios comunes y áreas de interacción que faciliten el apoyo mutuo y la participación ciudadana. Algunas dudas que han surgido versaron sobre el precio del alquiler de las viviendas y los costes de mantenimiento, así como la necesidad de mantener la privacidad y la autonomía, pero con flexibilidad para compartir algunos servicios o rutinas. Más allá de las nuevas viviendas, se subrayó la importancia de crear comunidad con las personas que vivieran en ese nuevo edificio.
- Viviendas en alquiler: Este tema es el que más dudas ha generado, ya que se plantean todavía numerosas cuestiones por resolver, como, por ejemplo, el precio del alquiler al que se puede arrendar la vivienda; la duración de los contratos; qué hacer con el mobiliario y objetos personales que no se quieran llevar en la mudanza. Sin duda, uno de los temas más relevantes del proyecto que tendremos que abordar en futuras sesiones.
- Entorno social: Mantener la cercanía con su comunidad es una prioridad. Ninguna persona mayor querría mudarse a un entorno donde ha perdido sus vínculos sociales, lo cual incluye el acceso a comercios, servicios médicos o la conexión con el transporte público. Por otro lado, en algunos casos, esta mudanza a las nuevas viviendas podría suponer una oportunidad única para evitar el sentimiento de soledad no deseada.
Los datos recogidos han servido como base para los pliegos del Concurso de Arquitectura que se cerró en septiembre y servirán para orientar el modelo de viviendas.